Cuando pensamos en onomatopeyas, lo primero que viene a la mente son palabras que imitan sonidos: “tic-tac”, “miau”, “boom”. Sin embargo, en el caso del japonés, este fenómeno va mucho más allá. En este idioma, las onomatopeyas no solo reproducen sonidos de la naturaleza o de objetos, sino también sensaciones, estados de ánimo, movimientos e incluso silencios.
En esta entrada te cuento cómo funcionan, cuáles son las más comunes y por qué son tan importantes para entender y hablar japonés con naturalidad.
¿Qué son las onomatopeyas en japonés?
En japonés se llaman giseigo y gitaigo:
Giseigo (擬声語): imitan sonidos reales, como animales, objetos o fenómenos naturales. Ejemplo:
wan wan (guau guau, ladrido de perro)
zaza (el sonido de la lluvia fuerte)
Gitaigo (擬態語): expresan estados, emociones, movimientos o situaciones que no tienen sonido propio. Ejemplo:
dokidoki (nervios, corazón palpitando)
shiin (silencio absoluto)
Este segundo grupo es único y fascinante, porque nos permite comunicar sensaciones sin necesidad de largas explicaciones.
¿Por qué son tan importantes en el japonés?
Hacen el idioma más expresivo: una sola onomatopeya puede transmitir lo que en otros idiomas requeriría varias frases.
Se usan en la vida cotidiana: no solo en cómics (manga) o series (anime), también en conversaciones normales, anuncios y hasta en entrevistas de trabajo.
Aportan matices culturales: los japoneses tienen una forma muy sensorial de ver el mundo, y eso se refleja en cómo crean palabras para describirlo.
Ejemplos de onomatopeyas japonesas
Aquí tienes algunas de las más populares que muestran lo amplio de su uso:
dokidoki (ドキドキ) → latido rápido del corazón, nervios o emoción.
shiin (シーン) → silencio absoluto.
wanwan (ワンワン) → ladrido de perro.
nyan nyan (ニャンニャン) → maullido de gato.
zaza (ザアザア) → lluvia fuerte cayendo.
gara gara (ガラガラ) → ruido de algo que se arrastra o puerta corrediza.
kira kira (キラキラ) → algo que brilla o destella.
pera pera (ペラペラ) → hablar con fluidez.
pika pika (ピカピカ) → algo brillante, limpio o pulido.
goro goro (ゴロゴロ) → truenos o descanso perezoso.
pata pata (パタパタ) → pasos rápidos o alas batiendo.
bura bura (ブラブラ) → pasear sin rumbo o colgar.
sawa sawa (サワサワ) → murmullo del viento o hojas.
kusu kusu (クスクス) → risa contenida.
gutsu gutsu (グツグツ) → agua hirviendo o sopa burbujeando.
pika (ピカッ) → destello repentino.
kachi kachi (カチカチ) → tictac del reloj o algo rígido.
hiso hiso (ヒソヒソ) → susurros.
kyaa (キャー) → grito de sorpresa o miedo.
fuwa fuwa (フワフワ) → algo esponjoso o ligero.
uru uru (ウルウル) → ojos llenos de lágrimas.
gucha gucha (グチャグチャ) → desordenado o hecho un desastre.
bishi bishi (ビシビシ) → sonido de algo que cruje o disciplina estricta.
mogu mogu (モグモグ) → masticar comida.
kira (キラッ) → destello breve, brillo en ojos o espada.
suru suru (スルスル) → deslizarse suavemente.
yura yura (ユラユラ) → mecerse, moverse de manera ligera.
gita gita (ギタギタ) → pegajoso o grasoso.
shiku shiku (シクシク) → llanto suave o sollozo.
pan pan (パンパン) → aplausos o golpe seco.
zoku zoku (ゾクゾク) → escalofríos por frío o miedo.
piro piro (ピロピロ) → movimiento rápido y ligero, como una cinta.
guu guu (グーグー) → sonido de dormir profundamente.
hota hota (ホタホタ) → caer gotas de agua lentamente.
futa futa (フタフタ) → tapar o cubrir algo repetidamente.
koro koro (コロコロ) → rodar suavemente.
jii jii (ジーッ) → mirar fijamente, silencioso.
gasa gasa (ガサガサ) → ruido de hojas secas o movimiento torpe.
biku biku (ビクビク) → temblar de miedo.
moro moro (モロモロ) → diversos, muchas cosas mezcladas.
zawa zawa (ザワザワ) → murmullo de gente o inquietud en masa.
bura bura (ブラブラ) → caminar sin rumbo, colgarse.
piku piku (ピクピク) → temblor leve, tic o espasmo.
shako shako (シャコシャコ) → sonido metálico o golpe rítmico.
guru guru (グルグル) → girar, dar vueltas.
chira chira (チラチラ) → mirar de reojo, o algo que parpadea.
kero kero (ケロケロ) → croar de rana.
zuki zuki (ズキズキ) → dolor punzante o punzada.
futa futa (フタフタ) → cerrar tapas o movimientos repetitivos de cubrir.
shiku shiku (シクシク) → llanto o dolor sordo.
Consejos para aprender y usar estas palabras
Escucha anime, doramas o canciones: son una mina de oro de onomatopeyas en contexto.
Haz tu propio diccionario: apunta cada onomatopeya nueva con su situación y ejemplo.
Úsalas en tus frases diarias: incluso si hablas contigo mismo, integra dokidoki o wakuwaku para familiarizarte.
Relaciona con imágenes o gestos: así será más fácil recordarlas.
El corazón cultural detrás de las onomatopeyas
Las onomatopeyas japonesas son una ventana a cómo los hablantes perciben el mundo. No se limitan a los sonidos, sino que expresan sentimientos, silencios, expectativas y estados internos. Aprenderlas no solo enriquece tu vocabulario, sino que también te ayuda a conectar con la cultura japonesa de manera más auténtica y emocional.
Así que la próxima vez que tu corazón lata fuerte, recuerda: en japonés tienes la palabra perfecta… dokidoki.

